“Como abogados, construimos relaciones con los clientes — relaciones basadas en la confianza,” dice Debra L. Paiz. “Los clientes confían en nosotros para ayudarles con problemas que no pueden resolver por sí mismos. Mi profundo deseo de ayudar a las personas es la razón por la que me convertí en abogada. Ser abogada es servir a las personas.”

Esa filosofía llevó a Debra a la oficina de Jim Adler & Associates en San Antonio en 2010. Allí trabaja como abogada asociada en el departamento de prelitigio para negociar acuerdos en nombre de los clientes.

En su labor, aplica la Regla de Oro: haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti.

“Si yo fuera cliente, querría un abogado que me respetara y se comunicara conmigo,” dice Debra. “Tengo respeto por mis clientes. Soy honesta con ellos y los mantengo bien informados sobre el curso de su caso. Y estoy dedicada a luchar agresivamente por su compensación.”

Nacida y criada en Corpus Christi, Debra se mudó a San Antonio en 1998 y obtuvo su título en Derecho en la Escuela de Derecho de la Universidad St. Mary’s, tras graduarse en la Universidad St. Mary’s.

Durante la escuela de derecho, trabajó como pasante para el concejal Enrique M. Barrera, participando en proyectos comunitarios como Graffiti Wipeout. También ha sido voluntaria en el Programa de Justicia Comunitaria.

Debra está autorizada para ejercer la abogacía en el Estado de Texas y en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Texas. Es miembro de la Asociación de Abogados Litigantes de Texas.

En su tiempo libre, a Debra le gusta hacer ejercicio en clases como Zumba y BodyPump. También disfruta de la caza, la equitación y ver películas, siendo sus filmes legales favoritos Matar a un ruiseñor, Tiempo de matar y El juez.