Un gran porcentaje de las lesiones cerebrales traumáticas leves no se identifican nunca. Se ha informado que el número de conmociones cerebrales no identificadas o no diagnosticadas está entre el 50% y el 90%. Muchas lesiones en la cabeza no se detectan en las imágenes de escaneo.
Cualquier golpe en la cabeza u otra lesión en la cabeza puede causar una lesión cerebral traumática. Algunas lesiones cerebrales traumáticas son evidentes, como aquellas acompañadas de pérdida de conocimiento o amnesia. Sin embargo, los síntomas de una lesión cerebral traumática leve o una conmoción cerebral no siempre son evidentes, y es posible que no se desarrollen de inmediato. Puede tomar horas, días o incluso hasta una semana después de una lesión para que aparezcan los síntomas.
No es necesario recibir un golpe en la cabeza para sufrir una conmoción cerebral. Las conmociones cerebrales ocurren cuando el cerebro se mueve de adelante hacia atrás dentro del cráneo. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en un accidente de carro cuando hay una desaceleración repentina. La fuerza del impacto provoca una onda de choque que atraviesa el cerebro y puede generar cambios químicos y lesionar el tejido cerebral.
No es necesario perder el conocimiento para tener una conmoción cerebral. Solo aproximadamente el 10% de las conmociones cerebrales incluyen la pérdida de conocimiento, y estas conmociones no necesariamente son más graves.
¿Cómo se diagnostica una lesión cerebral traumática?
La lesión cerebral traumática se diagnostica mediante un examen físico realizado por un médico que puede incluir:
- Examen neurológico para evaluar el equilibrio, la coordinación, los reflejos y la visión
- Pruebas de imagen, como una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM)
- Análisis de sangre para buscar proteínas sanguíneas que puedan indicar una conmoción cerebral.
- Monitor de presión intracraneal
- Evaluación de la memoria y el pensamiento
Todas las lesiones cerebrales son potencialmente graves y requieren atención médica inmediata para poder realizar un diagnóstico preciso y proporcionar tratamiento adecuado. Los pacientes con lesiones cerebrales no diagnosticadas pueden experimentar una recuperación más complicada.
Contar con un registro claro del diagnóstico y tratamiento de una lesión cerebral traumática también es crucial para respaldar una reclamación de lesiones relacionadas con una lesión cerebral traumática.
¿Cuáles son los efectos posteriores de una lesión cerebral traumática?
Los cerebros de las personas reaccionan de manera diferente al trauma. Por ejemplo, las diferencias genéticas pueden afectar si una persona desarrolla encefalopatía traumática crónica, una enfermedad similar al Alzheimer asociada a golpes repetidos en la cabeza. Además, las conmociones cerebrales afectan de manera diferente a hombres, mujeres y niños.
Si los síntomas de la conmoción cerebral no desaparecen en unas pocas semanas, podría tratarse de un síndrome post-conmoción, que es mucho más común de lo que se creía anteriormente. El síndrome post-conmoción puede durar años e incluso ser permanente.
El porcentaje de personas que sufren una conmoción cerebral y desarrollan el síndrome post-conmoción varía desde aproximadamente el 5% hasta el 30%, dependiendo del grupo de edad. Una conmoción cerebral que resulta en síndrome post-conmoción puede tener efectos duraderos en la cognición, el aprendizaje y la función ejecutiva. Los pacientes con síndrome post-conmoción a menudo se ven obligados a retirarse de sus actividades habituales. Es posible que pierdan una cantidad significativa de tiempo en el trabajo y requieran tratamiento médico continuo.
Los pacientes con lesiones cerebrales traumáticas moderadas a graves que sobreviven a sus lesiones y pasan por rehabilitación a menudo experimentan efectos negativos para la salud a largo plazo. Tienen más probabilidades de morir a causa de convulsiones e infecciones, y generalmente enfrentan problemas de salud crónicos. Aproximadamente la mitad de ellos terminan regresando al hospital al menos una vez.
En el pasado, las víctimas que se quejaban de síntomas persistentes de conmoción cerebral a menudo eran tratadas con sospechas por parte de las compañías de seguros. Sin embargo, hoy en día existe un sólido conjunto de evidencias que respalda las reclamaciones monetarias por lesiones de conmoción cerebral.